Renacimiento canino

Jeanette Alcantar
Segunda Parte

Ely se esconde de los golpes y de los gritos. Se arrincona en una de las esquinas de su nueva casa, una jaula de 4m2 que tiene como ventilación la fría noche. Tiene miedo de ser encontrada por sus antiguos dueños, dos humanos que la arrojaron a la calle cuando dejó de ser una cachorra. Su único deseo es ser adoptada por una persona que la quiera, que juegue con ella y la alimente, a cambio ella la protegerá, le será fiel y la acompañará hasta el momento de su muerte.
Nadie sabe cuánto tiempo lleva afuera. Su cuello luce desnudo. Las manos que alguna vez le acariciaron la cabeza y le hicieron cosquillas en la panza, le arrancaron su collar, la esperanza de regresar a su vivienda: una caseta para perro del tamaño de un automóvil compacto. El color café de su cuerpo se confunde con las pocas manchas negras que cubren su espalda. La tierra, el brote del agua encharcada y las gotas de aceite derramadas en el asfalto se han impregnado en su pelo corto y lacio. Las lagañas como roca volcánica se incrustan en unos ojos llorosos, perdidos y desolados.
Combina y viste la apariencia de un pordiosero y de un vagabundo. Mientras pide afuera de una pollería un pellejo, persigue a los niños, a los estudiantes que comen chatarra, a los señores y a las señoras para que la guíen o la lleven a su morada. Nadie la ayuda. Alguien la ayuda.
Don Pancho, un adulto mayor, la salva de morir o de perder una pata, ya lastimada, al tratar de cruzar la avenida Revolución, donde los coches corren como jaguares. La lleva a la clínica veterinaria más cercana, pero el diagnóstico no luce bien: sufre descalcificación en los huesos, desnutrición y tiene varios órganos destrozados, tal vez, por las patadas propinadas por los transeúntes. Aunque recuerda haberla visto antes y la lleva a su supuesto hogar, sus ex dueños la niegan. El buen hombre elige llevarla a su domicilio.
A los pocos días, su vecina, Rosa Espinoza, le confirma que aquellas personas fueron las que lanzaron a Ely, quien fue sustituida por un cachorro. “Primero comenzaron a sacarla a la calle para que orinara y defecara sólo en las mañanas, después, desde temprano ya estaba afuera y aunque rasguñaba la puerta la metían hasta la noche”, relata Rosa.
Han pasado tres meses y Ely se ha recuperado. Sin embargo, la edad de Don Pancho ya no le permite jugar con ella y prefiere no abandonarla. “La quiero demasiado y por eso la traje al Centro de Adopción, para que una familia joven, con disponibilidad de tiempo, la adopte, ya que se caracteriza por ser juguetona”, comenta. El 28 de febrero de 2009 terminó el proceso de adopción y Alejandro Rangel, su actual dueño, la recibió con alegría y con los brazos abiertos en su nuevo hogar.
Al igual que Ely, 9921 perros han sido adoptados desde el 15 de septiembre de 2008, como parte del programa “PEDIGREE Adóptame”, el cual, en conjunto con Mars, una compañía de alimentos, pretende apoyar el rescate, la rehabilitación y la puesta en adopción de miles de canes. En el mismo año, Mars puso en marcha en Estados Unidos: PEDIGREE Foundation, una organización sin fines de lucro que tiene como objetivo otorgar becas a los refugios y centros de rescate.
Con 26 centros de adopción, distribuidos en 20 estados de la República, se han registrado más de 11 mil solicitudes para adoptar un canino. No obstante, se espera que en pocos años, también, los gatos sean acogidos. Algunos centros son la Organización de Desarrollo Social (ODES), en Guadalajara, Jalisco, Adopta un Amigo, en el Distrito Federal, Prodefensa Animal A.C. (PRODAN), en Monterrey, Nuevo León, y la Asociación Prodefensa Animal (APRODEA), en Ciudad Juárez, Chihuahua, entre otras. En un kit de prensa destacan que cada uno de ellos “realiza sus actividades de forma autónoma e independiente, ya que cuentan con altos estándares de calidad en sus procesos, previamente evaluados y avalados por PEDIGREE y la AMMVEPE”.
Es así, que el canal de expertos destaca, en su página web, algunos de sus principios, “en Pedigree vivimos, amamos y celebramos todo lo referente a los perros y gatos; desde el tiempo y dedicación que imprimimos en entender a las mascotas, hasta el diseño de productos que desarrollamos alrededor del mundo. Trabajamos estudiándolos y conociéndolos diariamente, enfocados firmemente en lo que descubrimos que verdaderamente es mejor para ellos, Y ahora, queremos compartir contigo este conocimiento”.

Retos y logros
La Sociedad Mundial de Protección Animal (WSPAS por sus siglas en inglés) calcula que en el mundo existen 600 millones de perros, cantidad similar a la de gatos, y que casi el 80% de ellos son extraviados o no son deseados. De acuerdo, con un estudio realizado por los Centros de Salud Canina del Distrito Federal, existen 18 millones de perros que viven en una casa mexicana, es decir, más del 50% de los hogares tienen una mascota. No obstante, se calcula que la misma cantidad vaga en la calle, lo cual significa que hay 1 por cada 6 humanos. Ante esto, una perra con una vida reproductiva de seis años puede procrear hasta 100 cachorros, y una gata duplica la cantidad.
En 1999, la Organización Panamericana de la Salud (PAHO por sus siglas en inglés) cambió el apelativo de perro callejero a perro de dueño irresponsable, sin embargo, no es incorrecto utilizar el viejo término. La clasificación de los Canis lupus familiaris, nombre científico de los cánidos, se divide en tres: perro controlado, perro semidomiciliado (sin custodia) y perro callejero.
En entrevista con Carlos Esquivel Lacroix, Presidente de la Asociación Mexicana de Médicos Veterinarios Especializados en Pequeñas Especies (AMMVEPE), define éste último como “aquel individuo que vive en la vía pública, pero, que no necesariamente se generó en la calle, sino que en algún momento tuvo un dueño y que por alguna razón fue echado a la calle”. Datos de organizaciones dedicadas al bienestar animal declaran que más del 60% de los animales, que llegan a sus albergues, manifiestan características como pureza racial.
Asimismo, el especialista en reproducción mencionó que se ha “constituido como el vocero de dicho programa para participar como miembro de la Academia de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVyZ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para fomentar una cultura en materia de posesión responsable de animales de compañía”.
De igual manera, resaltó su preocupación por la alta tasa de crecimiento de la población canina en México, la cual alcanza el 20% anual, cifra que contrasta con el 1% entre la población nacional.
Esquivel Lacroix, también Director del Hospital de Pequeñas Especies de la FMVZ de la UNAM, agregó “ayudamos a transmitir el mensaje de que la adopción se convierte en una alternativa de adquirir un animal, con el fin de mejorar la convivencia entre el humano y su mascota”. En este sentido, la adopción facilita la adquisición de un ejemplar, encontrarle un lugar cariñoso, retirarlo de la condición de abandono y generar más dueños responsables.
Explicó que el programa, “PEDIGREE Adóptame”, se conforma por cuatro grupos. El primero, del cual surge la idea, es la iniciativa privada: Mars y su marca Pedigree, y el segundo lo conforma un grupo interdisciplinario, el cual cuenta con el aval de la AMMVEPE, la FMVyZ y otras instituciones de educación superior. El tercero lo integran los centros de adopción y de asistencia; mientras que el cuarto lo constituyen los medios de comunicación, los cuales fungen como interlocutores con la sociedad mexicana.
Otra de las razones por las que surge “PEDIGREE Adóptame”, es por el incremento de la sobrepoblación canina en las calles de México, donde un alto porcentaje de animales son abandonados o adquiridos por impulso o por capricho, sobre todo en épocas comerciales. Lo anterior provoca un “círculo vicioso”, debido a que los propietarios carecen de “un sentimiento de responsabilidad” y del conocimiento correcto para cuidarlos.
Es así, como pretende que en el país “todos los perros tengan un hogar cariñoso con dueños responsables”. En adición, intenta apoyar a “los centros de adopción que forman parte del programa a través de la donación de 35 toneladas de alimento mensuales”.